sábado, 23 de febrero de 2013

Por las Calles de San Cristobal

San Cristobal de las Casas 05-07 Febrero 2013

Desafortunadamente, luego de haber analizado y meditado una y otra vez, el haber escuchado las experiencias de distintas personas en la carretera con miles de kilómetros recorridos sobre sus dos ruedas acerca del complicado tramo de Tuxtla a Palenque, con su inclinada subida y su estrecha carretera con un poco más de dos mil kilómetros de altura sobre el nivel del mar, he tomado la decisión (aún sin saber si fue la indicada o no en este momento) de irme en autobús que me lleve a este destino.

La buena noticia es que me encontraré nuevamente con Dominic y Pedro, dos amigos que viajan por México y que nueve meses atrás se encontraban de visita por Mazatlán.

En mi camino hacia la central de transportes en Tuxtla, fue un poco tardío el poder encontrar a alguien que me llevara hasta San Cristobal, ya que las combis, o conejo bus como le dicen allá, no permitían subir bicicletas o cobraban una tarifa alta.

En vista de no poder encontrar ninguna combi o camión que me llevara a mi próxima parada, tuve que dirigirme hasta el otro lado de la ciudad para poder encontrar una central de autobuses que me sacara de esta. Luego de pasar dos lomas algo inclinadas, sentía que algo en la parte trasera de la bicicleta estaba mal. Efectivamente la llanta de atrás se había quedado sin aire. En ese momento fue cuando tuve que emplear lo aprendido en reparación, aunque seguramente habría decepcionado un poco a mi tutora. Por suerte, una amable señorita me indico el taller más cercano y me hizo el favor de cuidarme las alforjas y todas las demás cosas que llevaba en la bici. Una vez resuelto el problema, una pequeña estación de la central que buscaba se encontraba a solo unos metros de mí.

Transcurridas las dos horas de mucha subida y vueltas que se tomó llegar a San Cristobal, me dirigí a casa de mi anfitrión Melissa. La ciudad cuenta con una arquitectura muy colonial, las calles por las que se transita son muy angostas y todos sus edificios lucen muy pintorescos, San Cris cuenta con un aire realmente encantador. Me sorprendió ver durante el camino, la gran diversidad de extranjeros en las calles caminando o simplemente conversando mientras tomaban un café. Franceses, españoles, italianos, argentinos, chilenos, alemanes y gente de habla inglesa, fueron algunas lenguas y acentos que pude identificar. Al llegar a casa, me recibió Zack, novio de Melissa, donde me mostró el muy acogedor lugar donde viven y algunas de las tantas personas que habitan en la misma casa, de los cuales ninguno resultaría ser mexicano. La recamara que me concedió era fenomenal, ya que tenía una gran vista hacia una de las calles, los techos de otras casas con sus tejas rojizas, y una inmejorable vista a la montaña.


Al llegar Melissa del trabajo y finalmente conocerla, preparó para todos un muy delicioso curry. Melissa es una chica muy buena onda proveniente de Estados Unidos que lleva algunos meses viviendo en San Cris, y que se desempeña dando lecciones de inglés a personas de la comunidad en una escuela.

En la noche salimos Zack Hannah (amiga y roomie de Melissa) y otros amigos a tomar un poco de mezcal a un lugar parecido a una taberna muy peculiar, donde por desgracia, me vi en la necesidad de no tomar mi Mezcal de Gusano por completo ya que no lo soportaba ni en absoluto por lo fuerte que estaba.


El día siguiente decidí recorrer la ciudad completa desde temprano ya que únicamente tendría esa ocasión para hacerlo, debido a que la mañana posterior saldría muy temprano hacia Palenque. La ciudad en si es pequeña, la cual es posible conocer varios puntos interesantes en un día. Por su puesto, al final del día acabarán un poco agotados de tanto subir y bajar escalones y calles. No puede perderse uno el no visitar el Mercado José Castillo Tielemens, donde aparte de ver gran diversidad de alimentos y vendedores por donde sea, es posible admirar algunos rituales por parte de los indígenas de allí mismo degollando a algunos animales, por desgracia no me tocó ver eso. Otros de los lugares interesantes a visitar son el Mercado de Artesanías, la Iglesia de San Cristobal y la Iglesia de Guadalupe, ya que ambas cuentan con una vista impresionante de la ciudad al llegar a la cima.






  


Ya de noche Melissa, Zack, Hannah y yo, salimos al andador de Guadalupe para probar el famoso Posh de la región y tomar una taza de vino caliente.



lunes, 18 de febrero de 2013

El Fascinante Estado de Chiapas

Tuxtla Gutiérrez y Chiapa de Corzo 01-05 Febrero 2013

Luego de un largo viaje en autobús  de aproximadamente doce horas, finalmente se ha llegado a Chiapas, donde la primera parada fue la capital del estado, lugar donde mi primer anfitrión de Couchsurfing me espera.

Lo primero que hice al llegar a la central, fue revisar que mi compañera de viaje se encontrara en excelente estado, ya que durante todo el camino iba con el remordimiento de que algo malo le sucediera en la parte del equipaje del camión. Una vez ya con la bici armada, me dirigí hacia el Mercado de los Ancianos, lugar donde me encontraría con Carolina, allí recibí la grandiosa bienvenida de ella, tanto de su hermana Gaby como de su padre el señor Miguel. El padre de Caro sugirió que pusiera el equipaje en su carro y así no fuera tan pesado el recorrido a casa. Durante ese pequeño transcurso pude darme cuenta que se debería tener mucho cuidado con los conductores, cosa que después pude confirmar por su terrible falta de respeto hacia los peatones. Ya estando en casa conocí a la señora Rocío, madre de Caro, a sus abuelos y tía que viven con ellos, no sin antes desayunar un rico tamal de mole con un poco de fruta fresca para después tomar un rico baño.

Pocas horas después, acompañé a mi anfitrión al grupo de inglés que asiste desde hace ya un año. Por la tarde decidimos ir al centro histórico de la ciudad, donde pasamos un buen rato caminando y pudimos ver en el Parque de la Marimba alguna gente bailar el baile típico de la región, bien conocido como danzón.



Al día siguiente nos dirigimos temprano a lo que fue Chiapa de Corzo, lugar declarado como Pueblo mágico. Lo primero que hicimos fue dirigirnos al embarcadero para que nos llevara a hacer el recorrido a través del Cañón del Sumidero, atractivo natural realmente sorprendente que vale la pena visitar y hacer un poco de sacrificio. Pudimos ver la diversidad de especies que habitan en el cañón, así como también una extraordinaria vista de este bello paisaje (lo único que si me pesa es no haber podido ver el famoso árbol de navidad con agua desprendiendo de este mismo, en fin creo que debí haber venido varios meses atrás). Después de un largo paseo, decidimos tomar el famoso pozol, típica bebida refrescante de esta región del estado, la cual aparentemente es fácil de preparar ya que solamente se requiere la masa, agua, azúcar y licuarlo con las manos. Mientras el tiempo pasaba, recorrimos parte del pueblo hasta subir a lo más alto de una iglesia para observar la vista panorámica de toda la comunidad.









Ya de regreso a casa nos encontramos un poco agotados y lo único que queríamos era descansar, ya que al día siguiente desde muy temprano iríamos con unos amigos de Carolina al Aguacero a acampar.

Levantados desde temprano, tomamos un rápido desayuno para posteriormente alistar las cosas que pensábamos llevar para comer y dormir en plena naturaleza. La hora de reunión era a las 9:30 a.m.,  por descuido olvidamos que era hora mexicana, lo que quiere decir que al menos habría de 30 a 45 minutos de retraso. Al llegar Yacid y compañía, nos subimos en su camioneta junto con los demás familiares y amigos. Nos tomó aproximadamente una media hora llegar a nuestro destino, allí comenzamos a descender con todas nuestras cosas a hasta lo profundo de esta reserva ecológica, si se tenía pensado ir al baño era mejor hacerlo ahora, de lo contrario se tendría que subir algunos 120 escalones en promedio.

Ya instalados, recorrimos toda la zona del Aguacero donde a pesar de no ser época de lluvias era posible ver la corriente de río así como la mayor parte de la reserva verde. Al estar frente a la inmensa cascada, dudé en dejarme mojar por una gota de agua por lo helado que estaba, sin embargo, estando allí, ¿Cómo iba a dejar pasar esta oportunidad? Esta era la razón por la cual habría decidido venir a un lugar como éste. Fue en ese instante cuando suspire y me pregunte a mí mismo: ¿Por qué me demoré tanto tiempo en venir aquí?


Cuándo nos reunimos con el resto del grupo, comenzamos a jugar unas partidas de volleyball donde pude emplear un poco de la técnica aprendida durante las prácticas en la universidad. Por suerte, el equipo perdedor se haría cargo de encender la fogata, lamentablemente no nos fue igual de bien en el juego de football donde tuvimos que ir en busca de unos troncos suficientemente grandes para sentarnos en ellos.

Al caer la noche ya con nuestras casas de campaña instaladas, era tiempo de disfrutar de una rica comida alrededor de la fogata sin hacer falta por supuesto de su famoso pozol y de postre unos bombones. Después de haber quedado con la panza llena y de escuchar unas historias de terror por parte de Bistra, Omar y Luis, era tiempo de ir a dormir bajo la luz de las estrellas, el sonido como melodía del andar del río como suspiro en el oído y lo poco que quedaba de la fogata.

A la mañana siguiente, tomamos lo que fue un pequeño desayuno para después dar una pequeña caminata por última vez en el lugar entre las rocas y el río. Cuando estábamos listos para partir, era tiempo de enfrentar lo más difícil del viaje, subir los 120 escalones con todo y nuestras cosas!! Para mí  fue como subir a la cima del faro de mi ciudad, sólo que aquí lo hacía a paso corto y largo así como también con algunos kilos de más sobre mí. Finalmente allá arriba, Bistra se dio cuenta que la batería de la camioneta no funcionaba, para nuestra suerte un amable señor nos prestó sus cables para pasar corriente.
El camino de regreso a casa fue rápido y de manera muy tranquila, no sin antes hacer una parada en un Oxxo para comprar una botana y unos botes para el camino. Muchas gracias a Yacid, Dori, Karina, Teresita, Omar, Bistra, Eugenio, Luis Omar, Rafael por todo y por supuesto a Caro por haberme convencido a quedarme un día más para ir con ellos.

La única cosa que quise hacer al llegar a casa, era descansar lo más que pudiera sin salir para nada y avanzar un poco con mi escrito antes de ir a dormir y esperar el momento de partir el día de mañana.

Luego de estar por 4 días en Tuxtla, ha llegado el triste momento de decir adiós y emprender camino hacia San Cristóbal. Muchas gracias a Carolina y a toda su familia que me recibieron con los brazos abiertos y me trataron como un miembro más de la familia, les estaré eternamente agradecido.




lunes, 4 de febrero de 2013

Y es así como comienza esta historia

Unos días por el D.F.

Después de haber permanecido por casi dos semanas en el Distrito Federal, teniendo en cuenta que el plan principal era solo estar como máximo una, en lo que obtenía el equipo para el viaje y los cortos días para salir a conocer la ciudad. Sin darme cuenta los días transcurrían demasiado rápido, posponiendo mi salida no solo una sino varias ocasiones, además como postergaba avanzar un poco con el blog día tras día. Aún así, todos estos días en los que estuve en la ciudad, no fueron suficientes para conocer la gran diversidad que ofrece tanto a quienes la visitan como a sus mismos residentes.






Luego de haberme aventurado a conocer un poco la ciudad acompañado de amigos o como en muchas ocasiones solo, finalmente ese día tan esperado ha llegado, y justamente es tiempo de despedirse de todas aquellas maravillosas personas que me hicieron sentir a cada momento como en casa y me han brindado su gran amistad. Primero que nada, quiero agradecer a Ximena y a Marco que me sacaron un poco del trafico y de la multitud de gente, para ir a visitar Xochimilco el cual forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad declarado por la UNESCO, y dar un relajado paseo en sus coloridas y famosas Chinampas. Por supuesto, no sin hacer primero una parada en la Pulquería Templo de Diana, para degustar un poco de esta típica bebida de la región, la cual se puede beber mezclando diferentes sabores como lo son: coco, piña, fresa, manzana, limón avena, pistache, apio y muchas más. También, es posible tomarse un tarro grande de pulque natural, al cabo que DICEN que no te puede poner borracho, solo que si se necesita tener el valor y el aguante para tomarlo de esa manera.

Principalmente quiero dar mil gracias a Alejandra, quien me recibió con los brazos abiertos y me regalo una gran calidez durante toda mi estancia en su hogar. Por todo el tiempo que compartimos juntos cuando se podía, por las grandes lecciones y consejos que me dio relacionado con este ciclo viaje, además de ser ella junto a Adrián, quienes me guiaron a elegir a mi acompañante indicado que buscaba para esta aventura. Las salidas juntos durante el día y en especial las noches por la ciudad, en compañia de otros amigos como Pepe y Jorge, donde nos llevo a compartir además de unos buenos tragos, unos deliciosos chapulines.

  


Sinceramente muchas gracias de todo corazón, y espero nos volvamos a ver en otra ocasión, ya sea si llegara a regresar al D.F. a vivir, en mi ciudad natal o en donde el destino lo depare. Un fuerte abrazo a todos.

¿Por qué este Viaje en Bici?

Desde al año pasado que quería emprender este viaje a tráves de México, repentinamente me vino a la cabeza llevarlo a cabo de una manera ecológica y sin contaminar lo menos posible, además de no trasladarme de la típica manera forma que un turísta lo haría de un lugar a otro. Fue en ese momento cuando me vino a la mente viajar en bicicleta.

Cuando le hice el comentario un día en la escuela a un amigo llamado Naim, el me sugirió que visitara la página conocida como Warmshowers, donde el había hospedado a una joven chica coreana que viaja a tráves de este medio de transporte desde Cánada hasta la Patagonia Argentina, y que solía visitar este sitio web.


Uno de los principales temores que tenía al comienzo, era el no encontrar a alguien que me acompañara en esa tan ansiada aventura, pero con el paso del tiempo y las anecdotas que me narraban aquellos viajeros que llegaban a hospedarse en casa, pude darme cuenta que como hay muchisimos ventajas de viajar en pareja, hay muchísimos más el hacerlo solo. Fue en ese instante cuando me dije a mi mismo... ¿Y por qué no? 

Cuando le comente a mi madre, familiares y amigos acerca de lo que planeaba hacer, muchos se sorprendieron y se preocuparon por los riesgos y peligros que podrían suceder en le transcurso del camino. Para ese entonces, este proyecto ya estaba más que decidido en mi mente.

Siempre considerado como un chico tranquilo y algo tímido, en busca de cumplir nuevos sueños y desafíos, espero que esta manera de expresarme sea mucho mejor a la que lo haría verbalmente. Solo se que después de haber realizado este viaje, no seré el mismo chico de antes, ya que esa persona o parte de ella al menos, se habrá cambiado en cierta manera.

Para quellos que preguntan la ruta a seguir, una respuesta para nada certera sería comenzar desde el pintoresco y fascinante Chiapas, hsata el colirido y soleado Quintana Roo, ¿Después? No lo sé... No sé con exactitud los lugares y fechas a visitar, el único plan es que no hay plan.

Soy un pata salada y es así como comienza esta historia...